La Fundadora

Ma Laoshi, la fundadora de Capital Mandarin School

Buenos días Ma Laoshi, para comenzar ¿podrías presentarte brevemente?

Por supuesto. Mi nombre es Sandy Ma, y soy la directora de Capital Mandarin School en Pekín. Estoy casada y tend dos hijos de 3 y 9 años. Me gradué en Capital Normal University con un master en literatura y cultura china en 1995. Recién graduada, comencé a enseñar chino en una escuela primaria, y después pasé 2 años en el extranjero para dar clases de chino en Singapur a la gente local y a los expatriados. Una vez volví, me puse a trabajar en un instituto de lengua china en Pekín. En 2006 fundé mi propia escuela por dos motivos: Muchos de mis amigos extranjeros querían aprender chino y yo quería ayudarles usando mis métodos de enseñanza, que cada vez se iban haciendo más efectivos. En resumidas cuentas, en 2014 tengo más de 19 años de experiencia docente y la motivación de continuar durante, al menos, 20 años más.

 

¿Nos puedes contar algo sobre tu familia (Marido e hijos)?

Bueno, mi hijo tiene ahora 3 años y le encantan los coches, así que ha creado su propia palabra para «vehículo», la cual es « wuwu ». Así que ahora toda la familia dice «wuwu grande» y «wuwu pequeño» en vez de che/车. Ya ha comenzado a darnos clases de su chino (risas). Mi hija ha cumplido 10, y ha heredado mi interés por el chino, le encanta ir a clases de caligrafía china. Aparte de eso, le encanta jugar al ajedrez en in club internacional y disfruta también del baile. Mi marido y yo llevamos casados desde 2003, viviendo felizmente en Sanlitun y, de vez en cuando, en Gaobeidian.

 

¿Qué opina tu marido de este proyecto?

Bueno, mi marido tiene un hobby: le encanta el té, especialmente el Pu’er. Siempre dice «el té Pu’er, cuando lo bebes, primero piensas que es un poco amargo, y después notas su sabor dulce, su sabor se vuelve cada vez más fuerte. ¡Esto es vida!». Supongo que se dio cuenta durante su carrera laboral, que lo llevó a mucho sitios e industries diferentes – obtuse su licenciatura en Suecia y trabajó como manager en compañías danesas, suizas, alemanas e inglesas. Así que cuando tuve la idea y fundé Capital Mandarín School, por supuesto me recitó su dicho y señaló que el comienzo sería duro. En general le gustó la idea y me apoya al 100%, porque, como dice él, espera verme disfrutar de mi trabajo y que la experiencia con la escuela se vuelva cada vez más dulce, justo como su té.

 

Y ahora la pregunta que todo estudiante responde al menos una vez: ¿Cuales son tus aficiones?

Me gusta leer – por algo he estudiado literatura (risas) – y me gusto viajar donde me lleve el viento. Uno de mis dichos chinos favoritos es «读万卷书行万里路», que significa «leer 10.000 libros y viajar 10.000 millas». Para mí, esto significa que la lectura expande tus conocimientos y los viajes tus horizontes. Así que mi trabajo también es mi afición, puesto que la escuela me permite «leer» cuando escucho las historias de mis estudiantes y figuradamente viajar a los sitios que ellos decriben.

 

MA LAOSHI - WHY TEACH FOREIGNERS PHOTO

¿Por qué dar clase a extranjeros?

Cuando estuve en Singapur y di clase de chino como segunda lengua, me di cuenta que habían dos problemas a la hora de comunicarse entre culturas. El primer problema el la subjetividad cultural: Las preguntas que los estudiantes me hacían provenían de información incompleta o prejiuciada de los medios de comunicación. También me di cuenta de que yo hacía lo mismo. Los medios de comunicación de cada país resaltan lo que les interesa y omiten lo que no se puede entender con facilidad. El segundo problema es el medio de comunicación, el idioma en sí. Para poder entender una cultura al completo, ambos problemas deben solucionarse. Es por esto, que invito a los extranjeros a venir y a conocer China aquí, desde Pekín. Una vez están con nosotros e interactúan con la gente local, se hace obvio que la imagen que los medios de comunicación nos han descrito no es la correcta. No solo eso, sino que también aprenden el idioma y a la vez aprenden a derribar las barreras que dificultan obtener un entendimiento más profundo entre ambas culturas.

 

¿Con qué obstáculos te topaste cuando fundabas Capital Mandarin?

Obstáculos hubo muchos, sin duda, pero hay uno en especial que considero el reto más difícil que tuve que superar: descubrir el método de enseñanza más eficaz. En los 80, cuando China abrió su puertas al resto del mundo, muchos de los profesores usaban un método muy académico a la hora de enseñar. Sin embargo, para aprender un idioma, éste método no siempre es aquél de se asegura de que el progreso sea rápido y duradero. Se basa demasiado en entender el idioma y muy poco en ponerlo en práctica. Es por esto, que para asegurarme de que los estudiantes, no solo lo entiendan, sino que también lo pongan en práctica, debo encontrar una forma más pragmática de que el estudiante y el profesor interactúen. El objetivo es que el estudiante pueda llegar a hablar sin problemas. Opino, que el llegar a esta conclusión fue un paso crucial, aunque difícil, para poder poner en marcha con éxito el proyecto de Capital Mandarin School.

 

Hablando de pasos, ¿cuál es el paso más interesante que has tomado en tu carrera laboral?

Oh. Bueno, más que uno, han sido dos. El primero fue cuando me gradué y comencé mi carrera com profesora. En la China tradicional, la de Confucio, lo profesores reprensentaban líderes y por ello no podían ser cuestionados. Así que, por un lado, se me presentó una gran responsabilidad a la que m tuve que acostumbrar. Por otro lado, me di cuenta de que, apart de la responsabilidad como profesora, mis decisiones no eran sacrosantas – todo profesor se siente inseguro de vez en cuando y todo alumno le puede cuestionar – sobretodo si a dicho estudiante se le ha enseñado que se puede cuestionar la autoridad de otros si las respuestas recibidas no son suficiente- y lógicamente satisfactorias. Es por esto que el paso que tomé al ejercer de profesora es interesante, puesto que, por un lado significa convertirse en una persona de gran poder y responsabilidad, pero por otro, y muy paradójicamente, también significa que siempre seré una estudiante mientras sea una profesora, porque frecuentemente los estudiantes tienen ideas que pueden mejorar tus propios conocimientos. En Capital Mandarin, tenemos estudiantes desde los 5 años hasta los 77, lo cual es, para mí, una prueba definitiva de que tengo razón. Nunca es demasiado tarde ni demasiado pronto para aprender cosas nuevas.

El segundo paso más importante fue cuando estaba formando mi propia escuela. Podría considerar Capital Mandarin como mi bebé. He invertido mucho tiempo en esta escuela porque considero que lo que hacemos aquí va más allá de simplemente aprender un idioma, también se aprende una cultura. I opino que el hecho de que doy tanto de mí para hacer que esto funcione, significa que la escuela se ha convertido en parte de mi familia y yo en parte de la familia de la escuela. Todo es recíproco.

 

MA LASOSHI IN FRONT OF THE CHINESE LIONS PHOTO

¿Cuales son los momentos más felices y más tristes cuando enseñas chino a los extranjeros?

Los momentos más felices son cuando recibimos feedback constructivo acerca de nuestros profesores y nuestro trabajo. Cada profesor pone mucho de si en si trabajo por lo que este tipo de feedback nos demuestra lo mucho que los estudiantes nos valoran como individuos. Los momento más tristes, para mí, son cuando toca decir adiós a los que llenan el colegio con sus conocimientos y su alegría a la hora de compartir dichos conocimientos. Ver como un profesor/a dial el colegio porque se ha casado o simplemente porque así es como lo dicta su vida, es muy parecido a ver miembros de tu familia que se van de casa. Preferiría simplemente invitar a más y más gente a compartir sus historias con nosotros y nuestros estudiantes hasta poder llenar la biblioteca de Pekín con ellas (risas).

 

¿Qué le dirías a tu yo del pasado con respecto a la enseñanza?

Utiliza lo que ves para escribir tu propio libro. Tienes energía y tienes sueños, sal y explora, porque solo así podrás innovar y desarrollar tus métodos de enseñanza.

 

¿Cuál es tu parte preferida de ser directora de un colegio?

Me gusta dar clase a los profesores. Es triste que al tener un sistema educativo tan rígido y anticuado en las universidades, a los buenos profesores se les impide desarrollar sus talentos. Me encanta ese momento cuando uno de mis profesores se da cuenta de su potencial, y de lo que puede conseguir con algo de apoyo o conocimientos pedagógicos con los que nunca se ha topado. Y los más gratificante es cuando implementan lo que les hemos enseñado en clase y los alumnos se sorprenden de lo rápido que están aprendiendo chino.

 

¿Cuál es el significado del noble chino de Capital Mandarin School?

«天下汇友» es el nombre chino de Capital Mandarin y significa «bajo los cielos se reunion los amigos». En la china imperial, «bajo los cielos» era como se describía el mundo, con, como saben todos los estudiantes de chino (中=centro), China en el centro. El aspecto más interesante es el concepto de un mundo sin barreras entre lo que se considera el centro y su periferia. Todo se encuentra bajo los cielos, incluidas las tribus mongolas y la China del este o los piratas que merodeaban cerca de la costa china. Así que cuando creamos el nombre de la escuela, quisimos incluir este aspecto fundamental de la filosofía china, y combinarlo con la idea moderna de una comunidad internacional: establecer un sitio donde el intercambio pueda ocurrir, donde se formen amistades y donde se acepten las diferentes culturas – al fin y al cabo, nosotros, los habitantes del mundo, vivimos todos «bajo los cielos».

 

¿Qué es CMS para tí?

Esta pregunta tiene dos aspectos. Por un lado, Capital Mandarin School se fundó el 8 de Mayo de 2006, que resulta ser el día de mi cumpleaños (Sí, el colegio también es Tauro…). Así pues, el colegio es una parte esencial de mí. Por otro lado, uno debe cuidarlo y aportar los valores que valora profundamente, de este modo, cuando crezca, te recompensará con momentos inolvidables. De alguna forma, lo considero uno de mis bebés.

 

MA LAOSHI'S TEACHING METHOD AT CAPITAL MANDARIN

¿Qué tiene de especial tu método de enseñanza?

Primero nos centramos en el chino hablado, de forma que al cabo de 60 horas, uno se puede defender por Pekín, y tras 120 horas, es capaz de aprobar el HSK2/A2 y pasar al HSK3/B1. De momento el motor no tiene nada de especial, es rápido y eficiente, lo cual se convierte en la meta y la base de todo centro de lenguas competente. Sin embargo, en Capital Mandarin combinamos el idioma con filosofía, historia, sociedad, etiqueta y muchos otros aspectos que son completamente distintos de otras culturas. Esto da paso a que uno entienda de forma más profunda el chino y como nos han dicho nuestros estudiantes, mucho más satisfactoria. Además, aprender un idioma no solo implica usar el idioma como método de comunicación, es entender la forma de pensar de dicha cultura y de los que usan ese idioma. El hecho de que el chino escrito esté conectado de forma tan íntima con la cultura y la forma de pensar de los chinos, es lo que lo hace un idioma tan especial.

 

¿Por qué escogiste Pekín como la sede de tu escuela?

¿Aparte del hecho de que crecí en Pekín dices? (risas) Claro, en realidad es simplemente porque estoy convencida de que al aprender y utilizar un idioma es importante utilizar la versión estándar de dicho idioma. La razón es que te permite ser entendido por la gran mayoría de los que hablan ese idioma. El chino mandarín está basado enormemente en el dialecto de Pekín y por lo tanto, es el que usan por defecto los medios de comunicación, la televisión y el cine, y los periódicos y revistas de China. No solo eso, sino que además, Pekín, como ciudad, está muy orgullosa de su cultura. La percepción de la gente de la capital china es que es una ciudad extremadamente importante y una de las más… ¿justas?, ¿ideales?. No creo que haya una paler que lo peda traducir como es debido… Pekín es el lugar donde se toman las decisiones, es la sede del poder y de la cultura y es por lo tanto el lugar más estereotípico de toda China – lo cual lo hace muy interesante para los extranjeros. Creo que todas esta razones demuestran que no hay mejor lugar para aprender el chino y su cultura, y es por ello que Pekín, o más específicamente Gaobeidian, se ha convertido en la sede de Capital Mandarin School.

 

¿Es ese el motivo por el que el campus de Capital Mandarin se encuentra en Gaobeidian Culture Village?

Hm. No, no, es algo más complicado que eso. Gaobeidian era un pequeño pueblo situado al comienzo del canal Beijing-Hangzhou 京杭大运河, la ruta de comercio principal durante las últimas 5 dinastías. Con el tiempo, este pueblo de 700 años se ha convertido en uno de los distritos de Pekín y por fin ha sido renovado para poder crear una zona de cultura en la ciudad. Los edificios de esta zona, al igual que nuestro campus, son de estilo tradicional de la dinastía Ming/Qing en el exterior, pero con diseño tradicional e instalaciones modernas en el interior. Alrededor hay muchos museos, escuelas de caligrafía, tiendas donde se fabrics y se venden muebles tradicionales, todo tipo de casa de té, centros de medicina china, productora de televisión, hoteles acogedores y restaurantes y bares para todo tipo de presupuestos y un gran centro comercial que está en proceso de construcción. Es como un mini-universo chino, lo cual nos encanta a mi y a los extranjeros que vienen a verlo. Estudiar chino en las zonas de negocios es como estudiar chino en ciudades como Nueva York, Londres, Tokio, Sidney, Rio, Johannesburgo, Dubai y semejantes. Para hacerlo así, casi que es mejor quedarse en casa. Sin embargo, aquí en Gaobeidian, se puede apreciar la cultura china sin perder el comfort – que es lo que hace que estudiar en nuestro campus valga tanto la pena.

 

Ya que hemos hablado acerca de la localización, ¿Qué hay de la gente que está en el campus? ¿Qué criterios se usan para escoger a los nuevos profesores y miembros del personal?

Ah, la respuesta es simple: actitud. Específicamente la actitud que muestran hacia la enseñanza. Alguien que enseña debe tener una pasión especial hacia su asignatura cuando la explica a sus alumnos. Si puedo ver esa actitud en una persona, no importa como de diferente sea su pasión a la mía, me dan ganas de aprender de esa persona.Naturalmente, a la hora de contratar profesores a tiempo completo, es importante que tengan un título o certificado de profesor, de esta foam nos aseguramos que la calidad de enseñanza es la adecuada. Aún así, esto no es suficiente para poder dar clase en Capital Mandarin School. Estos dos criterios son simplemente la base sobre la que operamos. Una vez se superan, podemos comenzar a entrenar a los profesores siguiendo nuestros estándares – no solo queremos se mejores que las otras escuelas, sino que también queremos innovar a la hora de enseñar la lengua y cultura china. Los profesores, por lo tanto, solo pueden comenzar a dar clase y avanzar en la jerarquía de la empresa después de haber superado mis cursos y sesiones de entrenamiento durante el año.

 

¿Cuales son tus objetivos para la escuela?

Hay bastantes, pero puedo decir con seguridad que me gustaría aumentar la cooperación internacional y aumentar el número de estudiantes y personal a lo largo de los próximos 5 años. Tenemos la opción de expandir nuestro campus y me gustaría hacerlo posible, ya que haría que la experiencia fuera mucho más memorable para nuestros alumnos. Por otro lado, también me gustaría expandir nuestros programas culturales y de enseñanza, para así poder desarrollar un núcleo de conocimiento para los visitantes de todo tipo de procedencias, ya sean turistas, expatriados, traductores, gente mayor interesada o joven y entusiasta. ¡Sin lugar a dudas estoy impaciente por ver lo que nos trae el futuro!

 

¿Qué pueden esperar los estudiantes?

Gracias a nuestro nuevo campus, con sus clases y alojamiento en el mismo edificio, finalmente podemos ofrecer la experiencia del todo en uno que hemos querido conseguir durante los últimos 4 años. Todo es posible en Gaobeidian, alojamiento, seguridad, transporte público cercano, instalaciones tradicionales pero modernas, enseñanza de calidad, cooperaciones interesantes con nuestros socios (casas del té, maestros de la caligrafía, museos, exposiciones de muebles, etc…), una multitud de clases distintas y profesores muy competentes que ayudan que la experiencia de los estudiantes se vuelva inolvidable. ¡Ah, y por supuesto no nos podemos olvidar de nuestra máquina de cafe! (risas). Me han dicho que para muchos extranjeros, el café es como su combustible para empezar el día con energía – sobre todo si tienen clase después de desayunar. Así que espero que la cafeína les ayude a mejorar su chino más rápidamente. (risas)

 

¡Gracias, Ma Laoshi, por la entrevista!